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Noviembre 4 de 2021
Memoria de San Carlos Borromeo (Obispo)
¡Paz y Bendiciones!
Estimados hermanos misioneros, esperando en Dios que cada uno se encuentre bien perseverando en sus comunidades y amando cada día sus familias. Para cada misionero, esto es importante tenerlo siempre presente, pues nos recuerda la Gracia que Dios nos ha dado de encontrarlo y de vivir cada día en su presencia.
La Palabra Sagrada que siempre es luz y guía, hoy me lleva a compartir con ustedes el gran deseo de recordar y actualizar nuestra unidad a Jesús el Señor; así como Jesús salió a nuestro encuentro para ayudarnos a vivir unidos a él y desea que seamos fieles a su seguimiento. El apóstol Pablo comprendió muy bien este deseo del Señor, y hoy se transmite este mensaje a cada uno de nosotros a través de la Carta a los Romanos 14, 7-12 “En la vida y en la muerte somos del Señor”. Intensas y luminosas las palabras de san Pablo. Son un canto a la unidad. A la unidad de vida entre Jesús y sus seguidores, con cada uno de nosotros. Desde que Jesús salió a nuestro encuentro, desde que nos cautivó con su amor, “Cristo me amó y se entregó por mí”, desde que respondimos afirmativamente a su llamada a seguirle, cuando en el día de nuestro Encuentro hicimos un compromiso, nuestra vida quedó vinculada para siempre a Jesús. “Si vivimos, vivimos para el Señor, si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor”.
Con profunda alegría, le hemos entregado nuestra vida, dejando que él sea el Dueño y Señor de nuestro corazón, de nuestra vida. Y lo más bonito es que lo hacemos sin perder nuestra personalidad. Con mucho gusto, vivimos en unión amorosa con Jesús, y como además de ser hombre es Dios, le dejamos que guíe y dirija nuestros pasos. Hermanos misioneros, no se nos olvide que somos del Señor en nuestra vida terrena, y también en nuestra muerte, lo cual nos llevará a vivir nuestra muerte en unión con él, y él nos resucitará a una vida de total unión con él, de plena felicidad. Mientras tanto es responsabilidad nuestra buscar siempre la unidad de vida, de nuestras familias, la unidad de nuestras comunidades, la unidad de nuestro Programa Misionero; esto lo logramos con una disposición sincera de corazón y con nuestra constante oración.
Jesús, nos lleva a vivir en unión profunda con todos los hermanos, y desde aquí se entienden mejor las preguntas de san Pablo a cualquier cristiano: “¿por qué juzgas a tu hermano?, ¿por qué desprecias a tu hermano?”. La vida de ser misionero lleva impreso un llamado a amar a todos, y Jesús lo deja bien claro con su conducta, (Lc 15, 1-2).La conducta de Jesús acercándose a los pecadores no es más que la consecuencia de lo que hemos escuchado a san Pablo “En la vida y en la muerte somos del Señor”. Los cristianos somos del Señor. Los misioneros queremos seguirle, queremos vivir como él vivió. Los pecadores son los que rompen con Jesús, van en dirección Para que hoy no nos quedemos en enfadarnos y criticar a los “fariseos y letrados”, tenemos que preguntarnos si vivimos la actitud de Jesús acogiendo a los pecadores, a los que no piensan igual que nosotros, a los distintos, a todos nuestros hermanos, o damos también nosotros la espalda a Jesús.
Que la Virgen María, Madre del Redentor interceda por nuestras necesidades y nos ayude a vivir unidos a su Hijo Jesús.
En el amor de la Santísima Trinidad:
P. Eliézer López, S.T.
Director Espiritual PMV
November 4, 2021
Memory of San Carlos Borromeo (Bishop)
Peace and blessings!
Dear missionary brothers, I hope to God that you are all well, as well as your communities and loving families. As a missionary, it is important to always keep these priorities in mind, as it reminds us of the Grace that God has given us to meet him and to live each day in his presence.
The Sacred Word that is always light and guide, today leads me to share with you the great desire to remember and update our unity to Jesus the Lord; just as Jesus came out to meet us and to help us live united to him, he wants us to be faithful to his following. The apostle Paul understood very well this desire of the Lord, and today this message is transmitted to each of us through the Letter to Romans 14, 7-12 "In life and in death we are the Lord's". Intense and luminous the words of Saint Paul. They are a hymn to unity. To the unity of life between Jesus and his followers, with each one of us. Since Jesus came out to meet us, since he captivated us with his love, “Christ loved me and gave himself for me”, since we responded affirmatively to his call to follow him, when on the day of our Encounter we made a commitment, our life she was forever linked to Jesus. “If we live, we live for the Lord, if we die, we die for the Lord; in life and in death we belong to the Lord ”.
With deep joy, we have given our lives to him, letting him be the Owner and Lord of our hearts, of our lives. And the most beautiful thing is that we do it without losing our personality. With pleasure, we live in loving union with Jesus, and since in addition to being a man he is God, we let him guide and direct our steps. Missionary brothers, let us not forget that we are the Lord's in our earthly life, and also in our death, which will lead us to live our death in union with him, and he will resurrect us to a life of total union with him, of full happiness. Meanwhile, it is our responsibility to always seek the unity of life, of our families, the unity of our communities, the unity of our Missionary Program; We achieve this with a sincere disposition of heart and with our constant prayer.
Jesus leads us to live in deep union with all the brothers, and from here the questions of Saint Paul to any Christian are better understood: "Why do you judge your brother? Why do you despise your brother?" The life of being a missionary carries with it a call to love everyone, and Jesus makes this very clear with his behavior (Lk 15: 1-2). The behavior of Jesus approaching sinners is nothing more than the consequence of what We have listened to Saint Paul “In life and in death we are the Lord's”. Christians are the Lord's. Missionaries want to follow him, we want to live as he lived. Sinners are those who break with Jesus, they go in the direction So that today we do not remain angry and criticize the "Pharisees and scholars", we have to ask ourselves if we live the attitude of Jesus welcoming sinners, those who do not think alike that we, to those who are different, to all our brothers, or we too turn our backs on Jesus.
May the Virgin Mary, Mother of the Redeemer, intercede for our needs and help us to live united to her Son Jesus.
In the love of the Holy Trinity:
Father Eliézer López, S.T.
Spiritual Director PMV